martes, 27 de mayo de 2014

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 467.-SOMBRAS DE LA NADA (JON ARRETXE)

Título: SOMBRAS DE LA NADA
Título original: HUTSAREN ITZALAK
Autor: JON ARRETXE
Editorial: EREIN
Trama: Sira, la hija de Touré que vive en París, le anuncia que va a ir a visitarle a Bilbao. Como su tren finaliza su trayecto en Hendaia y Touré, al estar sin papeles, no puede ir hasta allí a buscarla, enviará a una amiga a recogerla, pero cuando llega a la estación la joven no aparece, por lo que se iniciará su búsqueda. Simultáneamente, una joven prostituta de origen nigeriano le pide a Touré que encuentre a su hijo recién nacido y que le ha sido arrebatado, mientras la policía le presiona para convertirle en su confidente.
Personajes: Touré, inmigrante subsahariano procedente de Burkina Fasso, que para sobrevivir realiza los más variopintos trabajos, entre ellos el de mago africano y detective ocasional, Cristina, llamada por Touré Sa Kené, joven pelirroja empleada de una farmacia, antigua prostituta, de carácter abierto y animoso, amiga, amante y protectora de Touré, Osman, amigo de Touré y su introductor en el barrio bilbaíno de San Francisco, hombre tranquilo y apacible que ejerce como líder de su comunidad, Etxebe, ertzaina que tiene constantemente vigilado a Touré, presionándole y amenazándole, Txema, trabajador de una librería, abierto y bonachón, siempre dispuesto a ayudar a quien se lo pida, sobre todo a Touré, Ibrahima, inmigrante senegalés, que debido a las privaciones tiene su cabeza más en otro lado que en éste.
Aspectos a Destacar: La crudeza con la que el autor nos muestra la vida de los inmigrantes de origen africano en Bilbao (aunque podría extrapolarse a cualquier otra ciudad de la Europa opulenta e insolidaria), doblemente marginados, tanto por el color de su piel como, sobre todo, por su pobreza, de la que les es prácticamente imposible salir pese a sus esfuerzos, y todo ello por medio de una novela tan vibrante e intensa que no podemos dejar de leer hasta llegar al final.

La Frase: Decidí quedarme un rato esperando allí, mirando hacia la calle. Fuera ya no quedaba nadie, todo estaba vacío...Vacío..., no podía ver otra cosa aquella noche. Después de todo lo que había tenido que pasar para llegar hasta allí, ¿era eso todo lo que podía esperar? Me pregunté si realmente estaba mejor en Bilbao que en Gorom-Gorom.