domingo, 21 de julio de 2013

LA ÚLTIMA BATALLA: RESEÑA EN "LA REPÚBLICA CULTURAL"

Tercera entrega de Abasolo y de su detective Goiko y no me refiero a aquel gran central del Athletic a cuyo paso no crecía la hierba, para nada, aunque existan ciertas similitudes pues la acción se desarrolla en Bilbao.
Tengo que dar la enhorabuena a escritores como Abasolo y a otros de aquellas tierras, que por fin se han decidido a novelar parte de lo ocurrido en el País Vasco en tiempos no muy lejanos, un paisaje que ofrece una multitud de oportunidades literarias sin parangón y que puede, de hecho esta novela es un ejemplo, dar lugar a personajes de indudable interés no sólo para la novela policíaca, que también, sino para cualquier tipo de ficción.
La novela arranca con un asesinato de un antiguo miembro de ETA y que tiene como víctima colateral a un íntimo amigo de Mikel Goikoetxea, un ertzaina que ya aparecía en las anteriores novelas de la serie. A partir de ahí una investigación sobre esos sucesos y una trama perfectamente entretejida, más aún de lo habitual pues se mezclan las historias de varios implicados, entre ellos el propio miembro de ETA asesinado, Koldo Ferreira, y varios policías que tuvieron actuaciones, de todo tipo, en los años de plomo y cuyas historias se entrelazan en la novela.
La obra tiene esa aura que dan las buenas narraciones, que ya nos introducen en materia desde la primera página y que nos llevan, de la mano a un territorio negrísimo y vivísimo, repleto de personajes y hechos interesantes, dando la impresión de esa épica de las calles y, lo que es mucho mejor, transmitiéndonosla. La narrativa de Abasolo ayuda a ello y más aún ya que se ha depurado desde la última novela suya que leí, La luz muerta, se ha perfilado algo más los personajes, se les ha pulido en ciertos aspectos y se ha dado el paso, fundamental, de hablar de cosas y de hechos que estaban ahí y que parecía como que existiera una nube negra sobre ellos y que no es otra cosa que el terrorismo y los policías que se enfrentaron a él de muy diferente modo y signo. Personajes como Pareja, se merecen una serie completa y creo que ahí existe un nicho de ficción muy importante, que está pidiendo a gritos que se explote.
El mundo policial de Abasolo es un mundo reglado, institucional, más propio de comisarías y academias que de vivencias en la calle, lo cual tiene mucho atractivo pero personalmente le animaría a profundizar en ambientes sórdidos de la capital vizcaína, ahí tiene que haber mucha materia por tratar y el personaje principal evolucionaría a ser aún más carnal y más poderoso. La trama está perfectamente estructurada, sirviéndonos en dosis limitadas la información para que nuestro interés no decaiga, aunque se aprecia que la novela tenía un mayor recorrido pues el final es un tanto precipitado o al menos me lo parece a mí.
Me sorprende que varios comentarios de personas de mi entorno que desconocían la elaboración en nuestro país de novela policíaca, apenas un par de nombres que parecen acotar o cubrir todo, pero lo cierto es que esos nombres sólo son una pequeña parte del total. Abasolo es uno de esos escritores que demuestran la calidad de nuestra narrativa de género y que se podría pasear por cualquier parte del mundo sin ningún menoscabo, es más, mucho de lo que se publica aquí no llega ni a la mitad de la calidad de lo ofrecido por el bilbaíno.

Animaría a leer a José Javier Abasolo, es un escritor potente que escribe cosas interesantes y que nos muestra que existe otro mundo más allá de los nórdicos blandengues o los repetitivos anglosajones con sus pérfidos asesinos en serie. Existe Bilbao, existen tramas negras, policías que ejercen de tal, drogas, muerte y armas y existe una imaginación muy potente que nos anima un par de tardes de buena lectura.

(Sergio Torrijos, "La República Cultural" http://www.larepublicacultural.es/article7298.html)

LA CIUDAD ESCRITA (FERNANDO BELZUNCE)

La aparición de misteriosas frases pintadas sobre las paredes sacude a los habitantes de una ciudad universitaria. Los mensajes, que surgen cada día de forma enigmática, parecen dirigirse a cada uno de los vecinos y causan un fuerte impacto en la sociedad. Un joven decide regresar a esta ciudad en busca de respuestas a su propia situación y encuentra nuevos interrogantes planteados por el fenómeno. El tono de las frases evoluciona con el tiempo y altera el temperamento de algunos de sus conocidos, que asisten impotentes a un espectáculo imparable mientras se sienten empujados a cometer actos sorprendentes.

El poder de las masas sobre el individuo a través de la palabra trazada en puertas y paredes es lo que refleja el libro de Fernando Belzunce (Pamplona, 1976), La ciudad escrita de Ediciones Antígona. Se trata de la primera publicación de este periodista a punto de cumplir de 37 años que se incursiona en el género realista, el misterio y la fantasía.
Belzunce siempre tuvo claro que quería escribir sobre el desarraigo y también sobre el poder de la palabra y el valor de la interpretación que produce visitar un lugar lleno de símbolos. “Al estudiar la carrera en Salamanca siempre me inquietaron las sensaciones y las experiencias que un estudiante vive cuando realiza sus estudios fuera. De pronto llegabas a otra parte y tenías que sobrevivir. Aprendías a cocinar, limpiar y administrar, mientras estudiabas. Es esta increíble experiencia lo que me inspiró a escribir la novela”, explica Belzunce que retoma la conversación con recuerdos del último año de carrera, cuando él estaba deseando ponerse a trabajar y algunos de sus compañeros, en cambio, sentían miedo de abandonar aquella etapa.
En el libro, los lectores se encuentran con una irrupción de misteriosas pintadas que sacude a sus habitantes y hace que se cree un momento para condicionarlas, y eso, es lo que lleva a reflexionar sobre la importancia de tener un pensamiento propio.
Este proyecto le llevó a Belzunce, director de innovación y desarrollo editorial del área medios regionales del grupo Vocento, varios años de redacción. “La responsabilidad de cumplir con una infinidad de cosas en mi trabajo no me dejaba espacio para nada más. A la novela siempre le dediqué gran parte de mis madrugadas y otras tantas vacaciones”, explica este periodista que ha publicado crónicas, reportajes y críticas cinematográficas en diarios como: El Correo, donde trabajó ocho años, los diarios: El correo, Ideal, El Comercio, Las Provincias, Sur o El Norte de Castilla.
La ciudad escrita cuenta además con ilustraciones en blanco y negro del artista Kike de la Rubia a manera de introducción de cada uno de los veinte capítulos de libro. “Fue un trabajo arduo con el ilustrador. En principio, tenía temor porque las ilustraciones las puedes identificar más con literatura infantil o juvenil pero no en un escrito de literatura adulta. Al final me pareció interesante que la novela también fuese vista por otros ojos, los de Kike que ha participado en la ilustración de libros de Emily Dickinson”.


(Artículo publicado en el diario EL PAÍS, http://cultura.elpais.com/cultura/2013/07/09/actualidad/1373392629_987210.html, el 9 de julio de 2013. Redactora: Elizabeth Ramírez Restrepo)