jueves, 31 de enero de 2013

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 404.-40 GRADOS (DANIEL ROSADO)


Título: 40 GRADOS
Autor: DANIEL ROSADO DE LA DEHESA
Editorial: NABLA
Trama: A un viejo periodista, que lo fue todo en la profesión pero está en franca decadencia, le encargan un último (y aparentemente sencillo) trabajo, ir a un pequeño y perdido pueblo de Castilla para que escriba un artículo sobre una chica de origen marroquí que ha sido violada. Pero cuan do llega al pueblo, tras presenciar el inesperado suicidio de uno de sus habitantes, se da cuenta de que hay algo muy raro ya que nadie quiere hablar con él, como si se hubiese establecido una extraña ley del silencio.
Personajes: Raúl Monsalve, vieja gloria del periodismo, en decadencia y alcoholizado, que sólo aspira a seguir bebiendo hasta que su hígado reviente, Edmundo Balbuena, teniente de la Guardia Civil y comandante del puesto del pueblo, violento y prepotente, que maneja el pueblo a su antojo, Olga, camarera del único bar del pueblo, inmigrante polaca, mujer compasiva, la única en el pueblo que quiere que se haga justicia con la niña violada, Salim, padre de la niña, inmigrante marroquí afincado en el pueblo, huraño y de pocas palabras aunque educado, Martín Regio, alcalde del pueblo, de buena familia cuya fortuna ha ido poco a poco dilapidando, Ramón, niño huérfano a cargo de un tío alcohólico, que se pasea por el pueblo en una bicicleta más grande que él y parece verlo y saberlo todo.
Aspectos a Destacar: La construcción de una sólida trama con un mínimo de personajes y en un entorno rural, alejado del tradicional "urbano" de la novela negra, así como el giro inesperado que da la historia cundo todo parecía resuelto y bien resuelto.
La Frase: La actitud de sus compañeros hacia él. mezcla de repulsión y prepotencia, le dejaba más bien frío. Estaba acostumbrado a que nadie le saludara, a que todo el mundo le mirara por encima del hombro y a que le tratan como si fuese un apestado. Sabía que ante sus ojos no era más que un viejo demacrado y alcohólico, a punto de reventar por dentro, que trabajaba en un lugar que no se merecía y que ocupaba un puesto de trabajo que debía ser para alguien infinitamente más preparado para el nuevo periodismo del siglo XXI que él, una momia conservada en alcohol barato.