miércoles, 12 de junio de 2013

URRE AROA/LA EDAD DE ORO (ALFREDO RODRÍGUEZ)

Alfredo Rodríguez dará a conocer hoy, a las 20.00 horas, en la librería Auzolan (c/ San Gregorio, 3) de Pamplona el libro Urre Aroa (La Edad de Oro), una seria broma literaria protagonizada por seis poetas navarros ficticios del siglo XV. Seis autores nacidos en la imaginación del escritor, que adopta cada una de estas personalidades en un intento de recrear una tradición literaria que siempre me he negado a creer que no haya existido.
Después de De oro y de fuego, publicado en mayo del año pasado, Rodríguez (Pamplona, 1969) regresa con un nuevo poemario editado también por Los Papeles del Sitio en el que confluyen dos deseos. El primero, dar salida a una serie de poemas inéditos escritos en diferentes momentos a lo largo de la última década, y, el segundo, una vieja y romántica idea mía de dar vida a una supuesta tradición poética navarra. En el fondo, el autor sigue tratando de dialogar con esa sabiduría que durante siglos ha intentado dar respuestas a nuestra vida y que es un hilo conductor que teje la historia de todos los seres de ayer, hoy y mañana.
Estos poetas no existieron, pero podían haber existido perfectamente. Rodríguez explica así el asalto a la poesía como género de ficción que plantea en esta antología apócrifa o falsa para la que ha dado vida nada menos que a seis alter ego, Henrique de Ariztarai, Fermín Arrax, Xavier de Zuriquoain, Miguel de Unzit, Vicente Racais de Yuso e Inaxio de Huvilzieta, escribiendo entre 7 y 14 poemas por cada uno, a los que sitúa entre finales del siglo XV y principios del XVI, en que Navarra debió ser durante unos 30 años un territorio libre encajado entre Francia, Castilla y Aragón. Pero no solo de versos se alimentan estos nombres, sino que el autor les ha inventado una biografía, de modo que hay desde un laureado poeta, recompensado con el honor o la gloria, hasta otro que escribía en el euskera de Roncal, pasando por el que tuvo que exiliarse por misteriosos motivos que no se explicitan, un rico hidalgo, un caballero, un bardo enamorado o un judío navarro. Apoyado todo ello por unos datos sucintos, de una erudición tan precisa como farsante, para que el tono resulte más verosímil. En general, lo que sobrevuela a todo el libro es una poesía que intenta universalizar lo local, dice Rodríguez, que se identifica especialmente con el poeta enamorado, Vicente Racais de Yuso, al que le atribuye el siguiente verso: Un hombre ha de saber que la poesía es la vida.
El poeta pamplonés dedica esta publicación de tirada corta, numerada y firmada a sus padres, que llegaron del sur hace más de 50 años y ayudaron a levantar esta tierra, trabajando muy duro para salir adelante, y se podría decir que también a la poesía misma, su vocación irremediable. Tanta, que trabaja en varios proyectos al tiempo. Como el poemario Alquimia ha de ser que plantea la creación poética como ente capaz de convertir en belleza el cieno de la realidad cotidiana". O dos libros de conversaciones con el novísimo José María Álvarez, el primero de los cuales, Exiliado en el arte, aparecerá en otoño en Renacimiento, y el segundo, recién terminado, puede que se publique en una editorial valenciana.


Artículo publicado el 12 de junio de 2013 en el periódico NOTICIAS DE NAVARRA (http://www.noticiasdenavarra.com/). Redactora: Ana Oliveira Lizarribar. Fotografía: Oskar Montero.

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